Interesante análisis del maestro Jesús Silva-Herzog Marquéz respecto a la realidad post-electoral mexiquense. Pone el dedo en una de las llagas de la política mexicana, la ineficiencia pública, a la que aquí le damos el tratamiento de ser uno de los cuatro jinetes del apocalipsis mexicano.
Ineficiencia que se vive en la rex pública, clase política y burocracia incluidas, pero también en el accionar de los partidos. ¿Acaso piensan (lo que pudiera ser prueba de la percepción irreal que usted señala) que no nos damos cuenta, que no sabemos diferenciar entre propuestas e irrealidades? ¿Será que por ello no son capaces de generar una campaña, un movimiento, que toque las fibras sensibles de los votantes y levante expectativas? No logran desarrollar campañas distintas, ¿es que no hay acaso espacio para una o dos propuestas diferentes, esperanzadoras, sorprendentes, bueno, hasta con hastío mercadológico, espectaculares?
Será que la realidad nos ha rebasado y como sociedad civil no nos interesa la política, dejando entonces en mano de los “anestesiados”, el derecho a sufragar.
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