IDEAS VAN Y VIENEN TODOS LOS DÍAS, ALGUNAS TRASCIENDEN, OTRAS SE PIERDEN EN EL OLVIDO, TODAS, SIN EMBARGO, APORTAN AL BAGAJE COLECTIVO DE NUESTRA CULTURA.

Abelardo González Zamudio

jueves, 24 de febrero de 2011

APUNTES DE TODAS PARTES "Cuando de la Bandera de México se trata"

Nuestro mayor ícono de identidad nacional es, sin lugar a dudas, nuestra bandera. Más que el himno nacional, la constitución, o la emblemática campana de dolores, la enseña nacional, el lábaro patrio, es lo que nos une como mexicanos, lo que nos da cohesión social.

La intangible denominación de “tricolor” en alusión a los colores de la bandera, los colores patrios, “el verde, blanco y rojo” nos remiten con mayor fuerza a sentirnos mexicanos, que la propia palabra ¡México! ó incluso el igualmente intangible grito de independencia ¡Viva México!

Pero que hay detrás de la conformación de nuestra bandera, los colores fueron adoptados bajo un simbolismo del nuevo pacto social que daba inicio con la independencia de la América Mexicana: Blanco: Religión (la fe a la Iglesia Católica), Rojo: Unión (entre europeos y americanos) y Verde: Independencia (Independencia de España), con la secularización del Estado Mexicano, ll significado de los colores fue cambiado: Verde: Esperanza, Blanco: Unidad y Rojo: La sangre de los héroes nacionales. La actual Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales no establece un significado oficial para los colores de la bandera.

APUNTES DE TODAS PARTES "Día de la Bandera de México"









LETRA DEL TOQUE DE BANDERA


Se levanta en el mástil mi Bandera,
como un sol entre céfiros y trinos
muy adentro en el templo de mi veneración,
oigo y siento contento latir mi corazón

Es mi bandera, la enseña nacional,
son estas notas su cántico marcial.
Desde niño sabremos venerarla
Y también por su amor, ¡vivir!

Almo y sacro pendón que en nuestro anhelo
como rayo de luz se eleva al cielo
inundando a través de su lienzo tricolor
inmortal nuestro ser de fervor y patrio ardor.

Es mi bandera, la enseña nacional,
son estas notas su cántico marcial.
Desde niño sabremos venerarla
Y también por su amor, ¡vivir!

Letra: Xóchitl Palomino
Música: Juan P. Manzanares

miércoles, 23 de febrero de 2011

APUNTES HACIA UNA DIALÉCTICA DE LA POLÍTICA MEXICANA: "Los jinetes del apocalipsis mexicano I"

El ejercicio de la corrupción anula las posibilidades reales de la justicia, deviniendo en la obtención de bienes y servicios por parte de quien, evitando cumplir con la regulación aplicable, paga por la misma, cancelando así la obtención de aquellos por parte de quien tiene el justo derecho.

Ejemplos abundan, el ebrio que atropella y soborna a la autoridad, lo mismo al agente de tránsito, del ministerio público, al perito, o hasta a los jueces, para obtener la libertad o para no pagar la responsabilidad civil por los daños y menoscabo de la salud del atropellado; la constructora que paga para la obtención de una obra, para la utilización de materiales de baja calidad y para evitar o pasar la supervisión; el  mal estudiante que corrompe para obtener calificaciones aprobatorias, título y hasta una plaza de doctor en el IMSS o ISSSTE; etc.

Pero ¿de dónde viene la corrupción?, ¿qué la propicia?, ¿por qué se da?, hay al menos tres corrientes de pensamiento serias que intentan explicar las causas de la corrupción.

Un primer intento se basa en atender la existencia de un desfase entre la regulación y las necesidades reales de la sociedad, es decir, como el proceso de modernización social va más rápido que la legislación, la sociedad evita ésta última ¿Qué tiene esto que ver con el ebrio que atropella a un peatón y paga por que el informe pericial omita el grado de alcoholización que llevaba al conducir? ¿o con la constructora que para enriquecerse corrompe al supervisor y usa materiales de menor calidad a los ofertados? Nada.

El segundo y tercer intento de explicar los orígenes de la corrupción son, en razón de avocarse al interior de la estructura social, tal vez los más cercanos a la realidad, pero a la vez los más preocupantes. 

Elección racional factores culturales serían la causa del comportamiento corruptor. Si consideramos que con frecuencia el cálculo costo-beneficio, entre obedecer o violar la ley, ofrece muy bajos incentivos para lo primero y muy altos beneficios para lo segundo,  y que las costumbres, las formas tradicionales de pensar, los valores y los significados asumidos por la sociedad tienden a justificar conductas contrarias a derecho, entonces hemos armado el entramado que explica el escenario de una sociedad corrupta.

Desde la combinación de estos factores culturales y  de cálculo racional, incluso aparece como legítima la búsqueda y obtención de beneficios sociales. De allí a la justificación de los individuales sólo hay un paso, por ello el peor mal que acarrea la corrupción es la sensación social de que facilita las cosas y la sensación individual de que en pequeña escala, en el diario hacer de cada uno, es incluso beneficiosa y no dañina: “apuro el trámite y el funcionario se desayuna rico, ¿qué puede haber de malo en eso?”. Sensación corruptora que se expande de manera exponencial entre los individuos que conforman la sociedad, sensación que educa, que se arraiga, que se justifica, que se comprende.

Participar y tolerar la corrupción, en el cualquier nivel, es justificar la mala gestión de gobierno: “no había de otra, o se hacía de esa forma, o no se hacía”,  motiva la ineptitud del gobernante: “no hay nada que no se pueda resolver pagando por ello”. 

La corrupción en el ejercicio del poder público, en cualquiera de los tres niveles de gobierno y en cualquiera de los tres poderes tiene consecuencias fácilmente detectables:
  • Es un embrión de desaciertos a la hora de hacer leyes y distribuir los recursos públicos, lo que contribuye al agravamiento de la pobreza y la desigualdad; 
  • En relación con las personas físicas y empresas proveedores de bienes y servicios del sector público, en lugar de incentivar, al no ser necesarias reduce la competitividad, la eficiencia, la productividad y la innovación, lo que combinado con el aumento de los costos de las transacciones comerciales vía una especie de sobre-impuesto reduciendo necesidad y la capacidad de nuevas inversiones y generación de nuevos puestos de trabajo; 
  • Vía evasión o exención de pago de impuestos, derechos y contribuciones reduce los ingresos del sector público, a la vez que provoca aumento en los costos de bienes y servicios que consume el sector público mermando la capacidad del estado de brindar bienes y servicios, así como de inversión en infraestructura; 
  • La combinación de los tres factores anteriores reduce los niveles de crecimiento económico y del mercado domestico; 
  • En combinación con la impunidad, contribuye al aumento de la delincuencia; 
  • Socava el estado de derecho, la democracia y la justicia, reduce los requerimientos de calidad en los empleados del sector gubernamental a la vez que fomenta la ineptitud y, finalmente, legitima en la sociedad todo tipo de comportamientos contrarios a derecho e injustos.
La corrupción es uno de los cuatro jinetes del apocalipsis mexicano. Es el Hobbesiano Leviatán moderno. En el original estado de naturaleza, nos cuenta Hobbes, la propiedad, la riqueza, los placeres eran obtenidos por el más fuerte. En el estado de la corrupta sociedad mexicana, la propiedad, la riqueza, los placeres son obtenidos por quien mayor capacidad de corrupción tiene.

martes, 8 de febrero de 2011

APUNTES HACIA UNA DIALÉCTICA DE LA POLÍTICA MEXICANA: "Legalidad a la Mexicana"

Textual: "Ningún mexicano ha sido formado en el respeto a las leyes. Al contrario. La pedagogía nacional, la que surge desde el gobierno es que las leyes son insinuaciones, como me lo definió el ex-obudsman José Luís Soberanes en una entrevista para la revista Confluencias.

El Estado de Derecho sólo puede tener un origen: el sometimiento irrestricto de todas las estructuras de gobierno al cumplimiento de las leyes. Y en nuestro país, son los funcionarios y empleados públicos, políticos y líderes de todo tipo los primeros en incumplirlas, violarlas y torcerlas bajo protección de la autoridad."
Francisco Montfort Guillén, En Deliberación, Democracia Congenial: ajolote absolutista, 19 de mayo de 2010

Es necesario reconocer, y por tanto, agregar, que los ciudadanos de a pié, los “gobernados”, padecemos de la misma enfermedad: inmunidad al sometimiento irrestricto de la ley, incluso de las más básicas normas de conducta. 

El tema por tanto debe ser atendido en dos vías: adecuar al gobernante y educar al gobernado

viernes, 4 de febrero de 2011

APUNTES DE TODAS PARTES: "Saramago, la inmortalidad, el bien y el mal"

Hemos perdido, más que un buen escritor, a un gran filósofo, pocos ha trascendido el siglo XX, Saramago es uno de ello. En un intento de homenaje particular, he aquí algunas de sus ideas:

“… si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos. Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para congratularnos o para pedir perdón, hay quien dice que eso es la inmortalidad de la que tanto se habla, … “

“… no me preguntéis qué es el bien y qué es el mal, ……, lo cierto y lo equivocado son sólo modos diferentes de entender nuestra relación con los demás, no la que tenemos con nosotros mismos, en ésa no hay que confiar, ….”

José Saramago. Ensayo sobra la Ceguera. 1998, Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara S.A. de C.V. México, D.F.

jueves, 3 de febrero de 2011

Necesario tener mucha inteligencia

Esto es sólo para Matemáticos, ingenieros, pensantes, personas muy inteligentes, en fin para Gente de Otras Galaxias...

¿Cuál es el próximo número en la siguiente secuencia?

2, 10, 12, 16, 17, 18, 19.....





La respuesta.... en una entrada posterior

APUNTES DE TODAS PARTES: Shakespeare y la política mexicana

En relación con el comportamiento divinis de la clase política mexicana respecto a los gobernados, Sir. W. Shakespeare haría decir a cualquiera de los presidente mexicanos en el papel de Enrique V: Extraña divinidad la de "los políticos mexicanos", su nacimiento (a la calidad de gobernante) es majestuoso, su vida flota sobre lo ordinario, pero siguen atados a la tiranía de la respiración, como cualquier imbécil.