IDEAS VAN Y VIENEN TODOS LOS DÍAS, ALGUNAS TRASCIENDEN, OTRAS SE PIERDEN EN EL OLVIDO, TODAS, SIN EMBARGO, APORTAN AL BAGAJE COLECTIVO DE NUESTRA CULTURA.

Abelardo González Zamudio

jueves, 2 de diciembre de 2010

APUNTES DE TODAS PARTES: "Cervantes y los ladridos de perro"

Apropósito de la tan traída frase:


- Señor, los perros están ladrando.

- Tranquilo, Sancho, señal que cabalgamos. 

La frase en realidad no aparece en el libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605), del insigne Miguel de Cervantes Saavedra -el manco de Lepanto- (1547-1616).

Esta famosa frase es de Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo del autor del Quijote apócrifocuyo título original es: Segundo tomo del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, publicado en Tarragona en el año de 1614. Hasta el momento no se ha podido dar con su verdadera identidad.

Lo que pasó fue que, siendo tan grande el éxito de la primera parte del Quijote, Avellaneda quiso sacar provecho escribiendo su propia versión. La frase es quizá lo único que ha pasado a la posteridad de su autor.

Cervantes, tras el plagio a su obra, decidió escribir la segunda parte  El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615), en la cual don Quijote muere, para así evitar que alguien más quisiera aprovecharse de su magnífica creación.

El renacer en la fama de la frase, le viene de del guión cinematográfico de "Don Quixote" (1992) escrito por Orson Wells.

La metáfora se aplica a la impotencia de los enemigos de Don Quijote que asombrados por los logros del caballero, no hacían otra cosa que hablar y hablar en contra del noble, que junto a su ayudante Sancho Panza, luchaba hasta contra molinos de viento. Ojalá tuviéramos una clase política que pudiera jactarse, sin empacho alguno, de así poder expresarse.